La norma ISO 19600 contiene las directrices para el desarrollo y la implementación de un Sistema de Gestión de Compliance. Es un estándar internacional que surgió en el año 2014 y que permite a las organizaciones implementar modelos de gestión para reducir riesgos de cumplimiento legal o normativo, que pueden tener como consecuencia sanciones económicas o pérdidas de reputación. Sin embargo, a diferencia de otros estándares internacionales como la ISO 9001 o la ISO 14001, no existe una certificación en ISO 19600.
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Una guía para la mejora del sistema de cumplimiento en las compañías
La principal razón por la que no hay una certificación ISO 19600 es porque su texto no contiene requisitos. Más bien, contiene directrices y guías para la implementación de sistemas de gestión de compliance (SGC). Por tanto, cada organización implementa estas recomendaciones de forma distinta.
Las guías o directrices abarcan los elementos con los que una organización debería contar para asegurar que cumple su política de compliance, y que tiene capacidad para asumir sus obligaciones en este ámbito, tanto las que le vienen impuestas, como las que se asumen de forma voluntaria.
El estándar también se puede aplicar como un «complemento». Es decir, como una norma para adaptar el sistema de gestión general de una organización para gestionar sistemáticamente los asuntos de cumplimiento.
Una de las razones por la que se creó una guía en lugar de un sistema de gestión certificable es que las pequeñas y medianas empresas necesitaban implementar soluciones adecuadas a ellas, y no tener que implementar un sistema de gestión al completo, con la carga y desventaja que supondría para las mismas. Estas empresas deben adoptar el cumplimiento y establecer un sistema de gestión que se adapte a las necesidades y posibilidades de la empresa como tal, y ayudarla a lograr sus objetivos de cumplimiento.
El hecho de que esta norma no sea certificable no implica, no obstante, que el sistema de gestión de compliance no pueda ser sometido a una auditoría interna. De hecho, es aconsejable que existan estas auditorías. Todo ello con el fin de garantizar que el sistema de compliance está funcionando correctamente y que se trabaja en su mejora continua.
Hacia una norma de compliance certificable
Desde 2018 el comité técnico ISO responsable de la norma ISO 19600 está revisando esta norma, con el fin de desarrollar un estándar que sí sea certificable. Este estándar se llamará ISO 37301 y, en este caso sí especificará requisitos para la gestión de compliance y, por tanto, será una norma certificable.
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