La ISO 9001 es una normativa internacional que establece los requisitos que debe cumplir el Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) de una empresa u organización. Se trata de una norma con más de 30 años, que ha ido evolucionando. En su última actualización, la ISO 9001 versión 2015 establece como principal novedad la inclusión del pensamiento basado en riesgos en las empresas. Por ello, es de vital importancia que los profesionales dedicados a la Gestión de Riesgos conozcan en profundidad las implicaciones de la ISO 9001:2015.
Tabla de contenidos
Para qué sirve la ISO 9001:2015
El objetivo de la versión 2015 de la ISO 9001 es establecer los requisitos que debe cumplir un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) cuando una empresa:
- Necesita demostrar su capacidad para proporcionar regularmente productos y servicios que satisfagan los requisitos del cliente, así como para cumplir los requisitos legales y reglamentarios aplicables a sus productos.
- Aspira a aumentar la satisfacción del cliente en el tiempo.
La diferencia con otras versiones anteriores es que la nueva actualización agrega la importancia de incluir en el SGC el pensamiento basado en riesgos de forma transversal. Además, recoge un capítulo dedicado a los procedimientos de control documental del SGC.
El pensamiento basado en riesgos según la ISO 9001:2015
El pensamiento basado en riesgos permite a una empresa determinar los factores que podrían causar que sus procesos y su Sistema de Gestión de la Calidad se desvíen de los resultados planificados, y en consecuencia de ello poner en marcha controles preventivos para minimizar los efectos negativos y maximizar el uso de oportunidades, ya que un riesgo puede tener efectos negativos o positivos.
La ISO 9001:2015 plantea un enfoque sistemático en riesgos en toda la norma y no como una parte más del SGC, como ocurría hasta la versión de 2008. De esta forma se afrontan los riesgos que pueden afectar a la empresa desde un punto de vista proactivo y no sólo preventivo, porque no espera a que sucedan los incumplimientos, sino que trata de prevenirlos.
Si bien, la versión 2015 de la ISO 9001 exige aplicar el pensamiento basado en riesgos en la organización, pero no obliga a implementar un sistema de Gestión de Riesgos exhaustivo, ni tampoco a tener un registro de las acciones preventivas llevadas a cabo.
Para qué sirve implementar el pensamiento basado en riesgos
Abordar tanto los riesgos como las oportunidades dentro de una empresa permite:
- Aumentar la eficacia de nuestro Sistema de Gestión de la Calidad: para aumentar la satisfacción de nuestros clientes.
- Alcanzar mejores resultados.
- Prevenir los efectos negativos.
La principal idea es ver qué está ocurriendo en el contexto de la organización, analizar a qué riesgos se puede enfrentar y cuáles de estos riesgos pueden suponer oportunidades. Así, la ISO 9001:2015 establece cómo hay que introducir este pensamiento en el SGC de la compañía. Esto permite incrementar la posibilidad de lograr los objetivos del sistema de gestión y reudicr la probabilidad de tener resultados deficientes.
Puedes completar esta información en el webinar impartido por María Altamirano sobre “ISO 9001: 2015 y el Pensamiento basado en Riesgos” para EALDE Business School.
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