Los elementos necesarios para la creación de un negocio implican unas inversiones y disponible para hacer frente a los gastos. El balance general o balance de situación informa de estas inversiones (activos) y de cómo se han financiado (pasivos + neto) en relación a una fecha determinada.
La financiación ha de cubrir las inversiones. Esta financiación se puede realizar mediante endeudamiento o con fondos propios. La suma de partidas del activo debe ser igual a las del pasivo.
Balance General de la Empresa | |
Activo no corriente | Fondos propios |
Activo corriente | Pasivo no corriente |
Pasivo corriente |
Las partidas del balance se agrupan en cinco masas patrimoniales:
- Activo no corriente: elementos que permanecerán en la empresa más de un ejercicio o año. Dentro de esta masa se sitúan las partidas de inmovilizado inmaterial, inmovilizado material, inversiones inmobiliarias e inmovilizado financiero.
- Activo corriente: elementos que permanecerán en la empresa menos de un ejercicio o año. En esta masa se ubica las existencias, realizable y disponible.
- Fondos propios: patrimonio neto. El capital social y las reservas son las principales partidas que lo componen.
- Pasivo no corriente: deudas con un plazo de vencimiento superior a un año.
- Pasivo corriente: deudas con un plazo de vencimiento igual o inferior a un año. Estas deudas pueden tener o no un coste financiero.
La ordenación del balance general se rige por el criterio de la liquidez en el caso del activo y por la exigibilidad en el caso del pasivo.
Los expertos en contabilidad suelen ser los encargados de la elaboración de los balances de situación. La toma de decisiones y gestión empresarial se basan en el análisis del balance general.
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