El concepto de riesgo suele visualizarse bajo un aspecto negativo, cuando en realidad es un término que viene acompañado del concepto de oportunidad. La incertidumbre a la que se está permanentemente sometido debe verse como una alidada y no como una adversaria, ya que genera oportunidades.
Una cuestión es desconocer qué va a deparar el futuro, al ser algo incierto. Otra diferente es saber la probabilidad que hay de que un daño se produzca. La historia de la humanidad está llena de ejemplos que ponen de manifiesto la dificultad de predecir el futuro. Grandes personajes e importantes instituciones han mostrado una incapacidad manifiesta para predecir el futuro, incluso el referido a los aspectos más próximos a su ámbito de gestión.
Más que tratar de eliminar completamente el riesgo, lo que sí se puede hacer es:
- Conocer los riesgos a los que se está expuesto.
- Tratar de medir la probabilidad de que ocurran.
- Estar en posición de poderlos gestionar correctamente si se producen.
La Gestión de Riesgos en la Gestión Empresarial
La Gestión de Riesgos debe ser una parte esencial de la gestión empresarial, que permita que el plan estratégico no se vea comprometido por la materialización de los riesgos. La actual competitividad de la economía hace que la cultura de la gestión de riesgos esté cada vez más extendida dentro de la gran empresa. Este crecimiento, que se inició como un planteamiento teórico y muchas veces por obligado cumplimiento en empresas que cotizan en mercados secundarios, se ha convertido en una aplicación práctica en el día a día de su actividad.
Como filosofía de partida, se considera que todas las organizaciones disponen de objetivos que se materializan en un plan estratégico, que puede verse amenazado por una serie de riesgos relacionados con sus actividades. Es un enfoque sistemático para ayudar a organizaciones, sin importar su tamaño o misión, a identificar eventos, medir, priorizar y responder a los riesgos que afectan a los proyectos e iniciativas en marcha permitiendo que la misma determine qué nivel de riesgo puede o desea aceptar, mientras construyes su futuro.
Es parte fundamental de la estrategia y del proceso de toma de decisiones de la empresa y, por tanto, ha de contribuir a la creación de valor en todos los niveles, no solamente para el accionista, sino también para otros grupos como los clientes, los tenedores de derechos sobre la empresa y para otras entidades que sirven a los grupos anteriores. Es imprescindible que la alta dirección lidere el proceso de gestión de riesgos desde su implantación hasta la exigencia del control y evaluación bajo criterios de rentabilidad de todas las decisiones tomadas, comenzando por las de importancia estratégica.
Información extraída del webinar impartido por Daniel José María Caridad López del Río para EALDE Business School.
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