La Gestión de Riesgos Laborales ha de contemplar la prevención de accidentes en espacios confinados. Estos se caracterizan por sus aberturas limitadas de entrada y salida y su ventilación natural desfavorable. A su vez, estos espacios presentan la posibilidad de acumulación de agentes tóxicos, inflamables o explosivos.
Estos espacios no están concebidos para una ocupación continuada. Además, en muchas ocasiones implican limitaciones en la libertad de movimientos de sus ocupantes.
Tabla de contenidos
Espacios confinados según su geometría
En función de su geometría se pueden encontrar:
- Espacios confinados abiertos: depósitos abiertos, fosos de engrase, pozos, tuberías, etc.
- Espacios confinados cerrados: cisternas, alcantarillas, galerías de servicio, bodegas de barcos, arquetas, silos, reactores, etc.
Espacios confinados según su peligrosidad
En función de su peligrosidad se clasifican en:
- Espacios confinados con peligro inminente para la vida.
- Espacios confinados con peligro potencial de lesión no inminente para la vida.
- Espacios confinados con peligros normales potenciados por el recinto.
Motivos de acceso
Los motivos de acceso a estos espacios pueden ser diversos. Los siguientes suelen ser los más habituales:
- Construcción.
- Mantenimiento.
- Reparación.
- Limpieza.
- Pintado.
- Inspección/revisión.
- Recogida de datos.
- Rescate.
Tipos de riesgo en espacios confinados
La Gestión de Riesgos Laborales debe contemplar los distintos tipos de riesgo derivados del acceso a estos espacios. Principalmente, se trata de los siguientes:
- Generales (mecánicos/físicos): entorno al espacio confinado, propia a este espacio o debidas al trabajo realizado.
- Específicos (atmósferas peligrosas): asfixia, intoxicación, incendio y explosión, biológicos.
Dentro de esos riesgos generales, pueden ubicarse caídas a distinto nivel (escalas,… ), caídas al mismo nivel (pisos deslizantes), accidentes de tráfico (atropellos), mecánicos (atrapamientos, choques, golpes,… ), electrocución (contacto con elementos en tensión), caída de objetos (al interior, mientras se trabaja), fatiga física (sobreesfuerzos /malas posturas), quemaduras (químicas, térmicas), ambiente físico inadecuado (calor, frío, vibraciones, iluminación,…), desprendimiento de estructuras.
Información extraída del webinar impartido por Jorge Herranz para EALDE Business School.
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