Hay momentos turbulentos para las organizaciones hoy en día, especialmente cuando se trata de la Gestión de Riesgos de terceros. ¿Cómo seleccionan y supervisan las organizaciones a terceros? Existen muchas razones por las que la compañía debe prestar atención al riesgo de terceros. La cantidad de proveedores y otros agentes con los que las empresas se involucran está creciendo de forma espectacular, junto con los riesgos que representan.
A medida que los mercados se expanden y las organizaciones buscan competir, es inevitable que aumente la globalización, esa competencia se produce en nuevos mercados. Esto implica trabajar estrechamente con terceros. Los intermediarios representan el mayor riesgo de soborno para las empresas. El 75% de los esquemas de soborno se ejecutan a través de un agente u otro tercero. Es más, las agencias reguladoras ven a terceros como una extensión directa de su organización. Se espera que proteja contra los riesgos a los que se enfrenta toda empresa, incluida la red cada vez más compleja de sus terceros.
Gestión de Riesgos de terceros: riesgos reputacionales, financieros y legales
La Gestión de Riesgos de terceros es el proceso de evaluación y control de riesgos reputacionales, financieros y legales para la organización por parte de terceros, ajenos a la empresa. La diligencia debida de terceros es el proceso de investigación por el cual un tercero es revisado, para determinar cualquier inquietud potencial que involucre riesgos legales, financieros o de reputación. Se incluye la revisión, el monitoreo y la gestión de la comunicación durante todo el ciclo de vida.
Con demasiada frecuencia, los fallos en el liderazgo sobre la gestión de terceros han dañado a las organizaciones, al exponerlas a multas y a sanciones masivas. Incluso, si se puede administrar la multa financiera, el impacto reputacional puede tener consecuencias de largo alcance durante muchos años.
La Gestión de Riesgos de terceros es una de las principales preocupaciones de los líderes en cumplimiento, pero muchas organizaciones todavía están llegando a un acuerdo sobre cuál es la forma idónea de gestionar a sus terceros, para limitar el riesgo y desarrollar programas basados en evaluaciones.
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