Los desastres medioambientales no son hechos impredecibles o inesperados. Sin embargo, son escenarios construidos por la actividad humana y su interacción con el medioambiente. Estos desastres contribuyen a la Gestión de Riesgos global y constituyen la principal amenaza junto con otros factores de vulnerabilidad no físicos.
Tabla de contenidos
Vulnerabilidad física
El punto de inicio de un desastre no es en el momento que se presenta un fenómeno natural, sino cuando «construimos el riesgo». Por ejemplo, cuando construimos casas en un terreno donde no se recomienda hacerlo, ya sea porque es inundable, se pueda desplazar la ladera, etc. En Gestión de Riesgos, la prevención en cuanto a este ejemplo sería tan simple como construir en un terreno más alto, sin posibilidad de inundación.
La exposición no indica que siempre se vayan a generar daños cuando se presente una amenaza. Dependiendo del nivel de amenaza, se van a producir unos efectos más o menos severos. En Risk Management, el factor interno de riesgo dependerá de estas variables.
Otros factores de vulnerabilidad
En Gestión de Riesgos, hay que entender que la vulnerabilidad no solo puede ser física. También inciden los siguientes aspectos:
- Capacidad económica. La disponibilidad de recursos económicos para mitigar el riesgo influye en la manera que dicho riesgo afecta a la zona afectada.
- Capacidad técnica de las personas que generan el riesgo y de las instituciones que pueden ejecutar las obras de reducción de riesgos.
- Falta de conocimiento del medio ambiente y del riesgo de desastre por parte de las personas que habitan una zona expuesta a amenazas naturales o sociales.
- Condiciones ambientales de la zona en la que viven.
¿Cómo reducir el impacto del riesgo?
Teniendo en cuenta que es más importante la prevención que la mitigación en este aspecto. En Gestión de Riesgos, hay que prestar atención a la forma de ocupación y uso del suelo a través del ordenamiento. Por ello, lo primero que hay que analizar es la magnitud del riesgo, ya sea bajo, medio o alto. La prevención consiste en adelantar medidas y acciones de restricción con anticipación con la intención de evitar riesgos.
En el territorio en el que las personas habitan ya existen varios riesgos construidos. Es en este aspecto donde cabe la posibilidad de actuar en contra de estos riesgos, ayudando al medioambiente a mitigar el daño causado.
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