Las compañías que fallen a la hora de afrontar el cambio climático tendrán repercusiones negativas en el futuro. Así lo augura un informe publicado por la revista The Economist. Y es que, los riesgos físicos y legales, entre otros, que está generando el cambio climático afectan directamente a la viabilidad de muchos negocios. Por ello, este informe muestra algunos caminos por los que las compañías podrían mitigar el impacto de los riesgos derivados del cambio climático.
Un aspecto por el que comenzar es el de una mejora en los datos sobre emisiones de carbono. A día de hoy, muy pocas compañías saben de dónde provienen las emisiones de efecto invernadero. Eso significa que tendrán dificultades a la hora de calcular el impacto medioambiental completo de sus productos. Las empresas manejan datos que son a veces autoreportados, inconsistentes o demasiados anticuados para ser útiles. Por tanto, resulta una vía de mejora considerable.
La idea es que mejorando las cifras podrían reforzarse las fuerzas mercantiles y las elecciones del consumidor. Por ejemplo, las cadenas de carbono, parecidas a las cadenas alimentarias, podrían guiar a los consumidores hacia productos más ecológicos, aportando a las firmas otro incentivo para descarbonizar. No obstante, algunos estudios concluyen que los legisladores son más necesarios que los consumidores a la hora de empujar a las compañías hacia una descarbonización más seria.
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Acelerar las transiciones energéticas
Otra forma de afrontar el impacto de los riesgos derivados del cambio climático por parte de las empresas es acelerando su transición hacia una energía más verde. Según el informe de The Economist, para aquellos sectores empresariales en los que la mitigación resulta más complicada, tales como el acero o los transportes, comenzar a adoptar medidas que busquen alternativas viables podría tardar muchos años. Y es que, por ejemplo, un molino de acero fabricado hoy, podría estar emitiendo CO2 durante unos 20 años. Por lo tanto, si las compañías se quieren descarbonizar para mediados de siglo, muchos nuevos activos deben ser libres de emisiones de carbono para finales de la década actual.
Descarbonizar la economía posee muchos riesgos, pero también ofrece una amplia variedad de oportunidades. Entre otras, se pueden emprender acciones como crear nuevas tecnologías, ser más eficientes con el carbono que los competidores y vender productos ecológicos a los consumidores. Las firmas que se adelanten a sus competidores y aprovechen dichas oportunidades obtendrán los mayores beneficios. Y de paso, podrían también ayudar a salvar el planeta.
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Información extraída de The Economist.
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