El sistema financiero de un país se define como el conjunto de mercados e instituciones que canalizan recursos desde las unidades económicas que poseen ahorro, quieren prestarlo, invertirlo, a aquellas unidades que son deficitarias de ahorro, es decir, que desean endeudarse.
Dentro del sistema financiero podemos distinguir elementos subjetivos de elementos objetivos. Por un lado, los elementos subjetivos más destacados son los siguientes:
- Entidades emisoras (públicas o privadas).
- Inversores (particulares o institucionales).
- Intermediarios.
Estos elementos también pueden ser enumerados del siguiente modo:
- Instituciones Financieras Monetarias (IFMs): Banco Central y otras instituciones financieras entidades de crédito: Sistema Bancario, Banca, Cajas de Ahorro, Cooperativas de Crédito; Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), Leasing, Factoring, etc; e Instituto de Crédito Oficial (ICO).
- Administraciones Públicas: Administración Central o Estado, Administración Territorial o Comunidad Autónoma y la Seguridad Social. Entran en el sistema financiero principalmente como emisores de deuda.
- Otros Sectores Residentes: Otras instituciones financieras, con intermediarios como Instituciones de Inversión Colectiva (IIC), Sociedades y Agencias de Valores y Fondos de Titulación de Activos; Auxiliares Financieros, Fondos de Garantía de Depósitos y otros. Aquí entrarían también empresas de seguros, fondos de pensiones, empresas no financieras y hogares e instituciones sin fines de lucro.
Por otro lado, los elementos objetivos en los sistemas financieros son los denominados productos financieros: renta variable, acciones; renta fija, bonos emitidos por el Estado o por entidades privadas; futuros, productos derivados; etc.
Estos elementos subjetivos y objetivos conforman los principales participantes en el sistema financiero. La canalización de los recursos pasa por ellos.
Información extraída del webinar impartido por la profesora María del Pilar Carrato para EALDE Business School.
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