El sistema bancario tiene un comportamiento cíclico vinculado con la economía. En España en los últimos años, concretamente desde 2004 a 2008, hubo un crecimiento atendiendo al producto interior bruto (PIB) superior al 3%, incluso cercano al 4,2%. Entre 2009 y 2013 se sufre una caída. No obstante, a partir de ahí se muestra un cambio de tendencia y en los últimos años se observa una recuperación de la actividad económica.
Sin embargo, el nivel de empleo no se ha recuperado con respecto a años anteriores. El número de trabajadores es un 8% inferior al que había en España en 2016.
Actualmente se produce más, pero con menos trabajadores, específicamente con 2,2 millones menos de empleados. El nivel de empleo no se ha recuperado en las mismas proporciones. Por tanto, la productividad se ha incrementado.
La financiación hipotecaria es un aspecto a destacar en el sector bancario. Los precios inmobiliarios experimentaron desde 2008 un ajuste importante con caídas cercanas al 30%.
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La economía mundial gana tracción y consolida la tendencia de aceleración
En Estados Unidos llevan 9 años consecutivos de recuperación económica, a pesar de las dudas sobre el plan de reformas de Trump. Los países emergentes, ayudados por la recuperación de las materias primas, también se ven impulsados. En Europa hay un crecimiento más moderado. En este contexto, hay que estar atentos al cambio geoestratégico mundial, con el repliegue de Estados Unidos y con China como impulsor del comercio y la «Nueva Ruta de la Seda».
España sorprende por su vigor y se resiste a desacelerar mantenimiento un crecimiento para 2017 superior al 3%
La inversión empresarial crece un 3,8% en el primer trimestre. Los índices de confianza de empresarios y consumidores muestran niveles claramente expansivos. Además, se observan 223.000 nuevos empleos en el mes de mayo, el mayor aumento mensual desde julio de 2005.
Información extraída del webinar impartido por Sergio Díaz Canosa para EALDE Business School.
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