Si la dependencia europea del gas ruso lleva años siendo una preocupación, tras la invasión de Ucrania se ha convertido en una pesadilla. Los chantajes del Kremlin aumentan la incertidumbre de precios con que se intenta desestabilizar a los estados miembros. Ante esta situación, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha anunciado un plan para reducir la dependencia energética de la Unión Europea (UE). De acuerdo al plan, la Unión Europea podría eliminar todas las importaciones de gas ruso antes del 2030. En buena medida, la solución pasa por la transición a energías renovables.
Cifras de la dependencia europea del gas ruso
En primer lugar, en 2021, la UE importó una media de 380 millones de metros cúbicos de gas proveniente de Rusia al día. En total, las importaciones de gas ruso representaron el 45% de todas las importaciones de gas. En Alemania e Italia, dos de los países con mayor índice poblacional, el 49% y el 46% del gas, respectivamente, es de proveniencia rusa. En Finlandia la cifra se eleva hasta el 94%, y en Austria roza el 70%. Tan alto grado de dependencia coarta la capacidad de maniobra de la UE a la hora de frenar futuras agresiones del Kremlin.
El plan de la Agencia Internacional de la Energía
Entre las consecuencias de la invasión de Ucrania se cuenta la resolución de avanzar hacia la autonomía energética de la UE. El plan propuesto por la Agencia Internacional de la Energía no sólo busca reducir la dependencia europea del gas ruso. También estudia modos de aumentar la resiliencia de la industria europea del gas, y de aliviar a los consumidores más afectados por la inflación. Los 10 puntos del plan están en consonancia con el “Green Deal” europeo y el objetivo de cero emisiones de CO2 para el 2050.
Subvenciones a proyectos de energías renovables
Entre los 10 puntos del plan de la IEA se encuentran varias propuestas centradas en las energías renovables. A continuación, resumimos los puntos más importantes:
Inversión en instalaciones eólicas y solares
En 2022, adiciones récord de paneles solares y turbinas eólicas podrían aumentar la producción energética en más de 100 TW/h. Esto supondría un incremento de más del 15% respecto a 2021.
Facilitar los procesos burocráticos
Políticas administrativas innovadoras buscarían acelerar las nuevas adiciones energéticas y aumentar la producción en 20 TW/h. Las políticas se centrarían en concesiones de permisos, un aumento de la capacidad administrativa, el establecimiento de fechas límite y la digitalización del proceso.
Incentivación de la iniciativa particular
La utilización de paneles solares reduciría las facturas de los hogares. Un programa de ayudas a corto plazo podría cubrir el 20% de los costes de instalación y duplicar el volumen de las inversiones. El coste sería de unos 3 mil millones de euros, y resultaría en 15 TW/h extra.
Maximizar la producción de capital existente
La ingente flota de plantas bioenergéticas de la Unión Europea operó al 50% de su capacidad en 2021. Estas plantas podrían generar 50 TW/h más en 2022 si se ofrecen subvenciones adecuadas y se refuerza el sector.
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