Las inversiones alternativas son aquellos tipos de inversiones no tradicionales, que tienen el objetivo de obtener rentabilidad con independencia de la evolución de los mercados. Con la enorme globalización y digitalización de los últimos años podemos encontrar este tipo de productos a un nivel más estandarizado. Y es que, estos productos ayudan a diversificar la cartera de los inversores.
Para entender aún mejor qué se conoce como inversiones alternativas, podemos destacar cinco características comunes:
- Baja liquidez: Debido a ello, los retornos de la inversión alternativa incluyen una prima de liquidez.
- Diversificación: Ayudan, por ejemplo, a diversificar carteras de acciones y bonos.
- Costes derivados de due diligence: Es decir, puede haber costes altos asociados con la investigación y el seguimiento de este tipo de inversiones, debido a su complejidad.
- Valoración complicada: La falta de transparencia de este tipo de inversiones dificultan su valoración.
- Acceso a la información: Los mercados de inversiones alternativas son menos eficientes desde el punto de vista de información que la mayoría de mercados de valores.
Tabla de contenidos
Mejores inversiones alternativas
Muchos inversores institucionales y personas físicas invierten en este tipo de productos porque combinan el potencial de la diversificación con la gestión activa. Entre los principales tipos de inversiones alternativas encontramos los siguientes:
- Real State – inmobiliario: Son activos no financieros como suelo, inmuebles, infraestructuras o recursos agrícolas y forestales. Este tipo de inversiones proporcionan una mayor diversificación a la cartera de acciones y bonos, sin embargo, cada activo inmobiliario individual tiene un gran componente de riesgo.
- Hedge funds o fondos de cobertura: Son vehículos de inversión privados, con políticas de inversión más flexibles y menos restricciones que los tradicionales. Tratan de obtener una rentabilidad mayor que otros productos de inversión mediante la aplicación de múltiples estrategias.
- Private equity o capital privado: Hace referencia a instituciones que invierten en otras empresas privadas con un alto potencial de crecimiento, a cambio de controlar un porcentaje de la empresa o de sus acciones. Se trata de una inversión alternativa en forma de capital.
- Commodities o materias primas: Son inversiones en materia extraída de la naturaleza, que se transforman para elaborar materiales que más tarde se convertirán en bienes de consumo. Por ejemplo, en trigo, maíz, oro, plata o petróleo.
- Productos estructurados: Suponen una combinación de dos o más instrumentos financieros que forman una sola estructura. Se trata de un paquete único e indivisible que consiste en la unión de un producto vinculado a tipos de interés más un derivado financiero o más de uno.
- Criptomonedas: Una criptomoneda o criptodivisa, cryptocurrency, es un medio digital de intercambio. Por tanto, invertir en ellas supone una nueva forma de pensar. Estos sistemas de inversión son, por lo general, muy seguros y están más descentralizados.
Ventajas de las alternativas de inversión
Incluir inversiones alternativas en las carteras de inversión proporcionan una mayor diversificación. Por lo tanto, este tipo de inversiones financieras pueden potencialmente reducir la volatilidad, mejorar los rendimientos y generar mayores niveles de rentas para una cartera. Por ello, en la actualidad las inversiones alternativas se han convertido en un actor fundamental en los distintos sistemas financieros.
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