Los Key Performance Indicators (KPIs) nos los encontramos en todos y cada uno de los proyectos y plan de empresas que estudiamos y desarrollamos. Pareciera que es un concepto nuevo, cuando en verdad existen desde siempre.
En toda empresa deben existir objetivos que sean claros a seguir, cumplir, corregir, evaluar, etc. y es de lo que hablaremos en este post. En los últimos tiempos se ha magnificado y explicitado la utilización “KPI”, en particular desde la era digital.
Hay que reconocer el desconocimiento inicial existente sobre cuáles debían ser los KPIs en un Plan Digital. De modo acelerado se han ido modulando y clarificado. Hoy ya todos conocemos cuáles deben ser. Queda solamente decidir cuál elegir y con cuáles trabajar en nuestra empresa.
Tabla de contenidos
Objetivos KPIs
Es de vital importancia definir los criterios con los cuales defines, cuantificas y cualificas cada KPI. No se trata de acertar más o menos, sino en saber defender y explicar sobre qué base se ha definido, sobre todo cuando algo no funciona como se esperaba o los resultados parciales no cumplen las expectativas. Es entonces cuando debiera prevalecer el análisis riguroso del qué y del porqué. Creo que el criterio es lo defendible, más que un número o resultado obtenido.
Los objetivos están para cumplirse, muy cierto, pero también para modificarse, ajustándose a la realidad de mercado y el negocio, porque deben ser realísticos, alcanzables, motivantes, cuantitativos, cualitativos, de ventas, de marketing, de negocio, financieros, operativos… y así un largo etc.
El talento
Al final son las personas las que hacen la empresa y desarrollan el negocio. Por tanto, conviene hablar de talento, ya sea de su captación como de crecer en competencias, satisfacer sus expectativas tanto como satisfacer las del cliente, y aún mejor si poder superarlas. Hay que considerar ya sea el talento individual como el de equipo, la capacidad de diseñar y liderar equipos muy probablemente multidisciplinarios.
Por tanto, todo ello requiere de una metodología, procesos y personas junto al liderazgo, que lo lleven a un crecimiento sano y sostenido en el tiempo.
Artículo redactado por Gustavo Tissera para EALDE Business School.
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